Romper el silencio para salvar vidas: Sariegos y Activos y Felices desmontan los mitos de la violencia machista

Romper el silencio para salvar vidas: Sariegos y Activos y Felices desmontan los mitos de la violencia machista

Ana Alonso, Lisa Mieres y Belén Aren lideran una jornada reflexiva donde la implicación de toda la sociedad se revela como la única vía real para proteger a las mujeres, especialmente a las más vulnerables.

La violencia de género no es un suceso privado que ocurre a puerta cerrada; es una herida social que requiere de la cura colectiva. Bajo esta premisa, el municipio de Sariegos se ha convertido hoy en un espacio de reflexión y aprendizaje gracias a la iniciativa impulsada por el Ayuntamiento en colaboración con la Asociación Activos y Felices.

Las voluntarias Ana Alonso, Lisa Mieres y Belén Aren han sido las encargadas de poner voz y rostro a una realidad que, a menudo, queda difuminada por falsas creencias. En una charla cargada de sensibilidad, pero firme en sus convicciones, han dejado claro un mensaje: la erradicación de la violencia solo será una realidad cuando la sociedad entera deje de mirar hacia otro lado.

Desmontando los mitos: el primer paso para ver la verdad

Durante la intervención, las ponentes han puesto el foco en desmontar el peligroso imaginario colectivo que justifica o minimiza el maltrato. Se ha debatido intensamente sobre la dicotomía entre mito y realidad, derribando ideas preconcebidas que perpetúan el dolor.

Entre los puntos más destacados, se ha recordado que los celos jamás son una muestra de amor y que el control sobre la pareja no es señal de interés, sino de dominación. Las voluntarias han sido tajantes al desmentir que los agresores sean siempre enfermos mentales o adictos; el maltrato es una elección consciente de poder, no un síntoma inevitable.

«Las cosas de pareja no son asuntos privados cuando hay vulneración de derechos», señalaron durante la sesión, invitando a los asistentes a romper el estigma de que la mujer sumisa es culpable de su situación o de que existen «arrebatos justificados» por infidelidades. El amor no duele, y la premisa de que un hombre violento cambiará «gracias al amor de ella» es una trampa mortal.

Las múltiples caras de la violencia

Más allá de los golpes, la charla ha profundizado en las formas de violencia que no dejan marcas visibles en la piel, pero que destruyen la identidad. Se ha explicado cómo el control psicológico —aislar a la mujer de sus amigos y familia, controlar su ubicación o menospreciarla en público— es el cimiento sobre el que se construye el maltrato físico posterior.

Especial atención se ha prestado a la violencia económica, una herramienta de coacción a menudo invisible. Negar dinero para gastos básicos, impedir el acceso al trabajo o excluir a la mujer de las decisiones financieras del hogar son formas de atar a la víctima e impedir su libertad.

Del mismo modo, se abordó la violencia sexual con la gravedad que requiere, recordando que cualquier acto sexual sin consentimiento, ya sea mediante fuerza, intimidación o chantaje emocional dentro de la pareja, es una agresión.

Una mirada a las más vulnerables

Desde Activos y Felices, Ana Alonso y su equipo han querido hacer un hincapié especial en aquellos grupos de mujeres donde la violencia golpea con doble fuerza y silencio: las mujeres mayores, las jóvenes y aquellas con discapacidad.

En estos casos, la dependencia económica o física, sumada a la brecha generacional o a la falta de recursos de accesibilidad, convierte la salida del círculo de la violencia en un reto titánico que solo puede superarse con una red de apoyo comunitaria sólida.

La jornada en Sariegos concluye no solo con información, sino con un llamado a la acción. La erradicación de la violencia no depende solo de las leyes, sino de cada vecino, amigo y familiar que decide no tolerar ni un solo gesto de control o desprecio. Hoy, Sariegos ha dado un paso más hacia esa realidad necesaria.

Especial atención tuvo el momento en el que el alcalde, Roberto Aller, se puso una parte del Simulador de Edad AyF, donado por la Fundación Cepa, sintio en primera persona, dolor que le permitió conocer las limitaciones vitales y emocionales que puede sentir un mujer victima de violencia de género.

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Trece premios de Activos y Felices (Diario de León)